La chapa metálica solía ser el material preferido para los conductos por su durabilidad y larga vida útil. Los conductos metálicos necesitan espacio suficiente y deben tener el tamaño adecuado para adaptarse a un sistema de calefacción y refrigeración. Los conductos flexibles, la nueva tendencia, están hechos de plástico corrugado y suelen ir envueltos en aislante. Aunque no duran tanto como los conductos de chapa, son muy rentables. Los conductos flexibles son especialmente atractivos por su versatilidad: su forma y tamaño permiten instalarlos en lugares donde no es posible instalar conductos de chapa.
Ya sean metálicos o de tela, los conductos transportan aire caliente y frío desde los equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado hasta las habitaciones de un edificio. A menudo se pasa por alto la red de conductos: mientras el equipo de calefacción, ventilación y aire acondicionado funcione y el ambiente interior sea agradable, los propietarios del edificio estarán contentos. Estos propietarios se sorprenderían al descubrir que la mayoría de los conductos dejan escapar un tercio o más del aire acondicionado a los áticos y otros espacios del edificio antes de que llegue a su destino final. Por lo tanto, el sistema de climatización debe trabajar más y durante más tiempo, consumiendo más energía, para calentar o enfriar un edificio.
Como consecuencia de las fugas en los conductos, el diseño y el rendimiento de los sistemas de conductos han superado recientemente a la eficiencia como principal preocupación de muchos técnicos de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Además, los códigos de construcción se centran en los sistemas de distribución de aire existentes como causa de la pérdida de energía y recomiendan el uso de sistemas de conductos aislados correctamente sellados como solución. La mayoría de los productos aislados, como las placas de fibra de vidrio para conductos y los conductos flexibles, tienen las ventajas añadidas de ser resistentes al moho y de no requerir grandes inversiones para su fabricación o instalación.
Estamos dispuestos a apostar a que podría haber adivinado fácilmente esta última tendencia, especialmente con la gran cantidad de anuncios en televisión de casas más inteligentes y productos inalámbricos que puede controlar desde cualquier lugar con su teléfono.
Como los consumidores son cada vez más conscientes de la importancia de la energía, los productos de calefacción y refrigeración deben estar a la altura de estas exigencias y ser más eficientes desde el punto de vista energético. Este concepto coincide casualmente con la última moda de los dispositivos inteligentes e inalámbricos.
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